El Sky-Dweller es, relativamente hablando, un joven en las colecciones de Rolex. Si bien muchos de los modelos básicos de la compañía han existido, de una forma u otra, desde las décadas de 1950 y 1960, el Sky-Dweller solo debutó en 2012 (Ben Clymer lo cubrió ese año para un relativamente joven), y estaba en el tiempo, creo, un poco enigmático, una pieza muy técnica pero también muy vistosa; como si un Day-Date dorado hubiera decidido que quería una carrera en la aviación. Era y es un reloj bastante complejo, con un calendario anual, función GMT y un bisel giratorio, el bisel Ring Command, que se utiliza para seleccionar la función de ajuste de la corona.(Réplica de reloj Rolex Sky-Dweller 2020)
La idea es hacer que la configuración y el uso del reloj sean lo más simples posible para el propietario, pero hacerlo requiere mucho trabajo adicional donde no es visible para el usuario: el anillo de control del bisel solo agrega alrededor de sesenta componentes adicionales. La presentación de la información en la esfera es ingeniosa: el mes del año se indica de manera muy económica, mediante un disco de color que cambia que aparece en una pequeña ventana, junto al marcador de hora de la esfera correspondiente al mes (las 12:00 el marcador, por ejemplo, corresponde a diciembre). La hora local se muestra en un anillo giratorio de 24 horas y la manecilla de la hora se puede configurar de forma independiente, en incrementos de una hora, hacia adelante o hacia atrás.
El GMT-Master II tiene una larga historia de uso como una práctica ayuda de viaje, y también ha pasado tiempo en las muñecas de innumerables pilotos y astronautas. El Sky-Dweller, por otro lado, es descaradamente un reloj de lujo: 42 mm de diámetro, extremadamente extrovertido en diseño. Es un reloj que no duda en anunciarse a sí mismo, especialmente en oro. Hay una versión de acero, con un bisel de oro blanco, con la que pasé A Week On The Wrist en 2018, pero eso es tan proletario como el Sky-Dweller (actualmente tiene un precio de $ 14,800, lo que parece sorprendentemente asequible para un Sky-Dweller, relativamente hablando). De hecho, tuve la oportunidad de viajar con el reloj (en un viaje rápido a Londres y viceversa) y lo encontré, a pesar de su complejidad y la naturaleza algo poco intuitiva al principio del bisel Ring Command, muy fácil de usar y divertido como el infierno. para llevar, para arrancar. Sin embargo, como reloj de viaje que funciona, pensé que probablemente todavía preferiría usar un GMT-Master II, que incluso en un brazalete, pasa un poco más por debajo del radar.
Ahora, no creo que un Sky-Dweller vaya a competir cara a cara con un GMT-Master II como un reloj de herramientas puro; es demasiado complejo mecánicamente y demasiado ocupado visualmente, pero con el brazalete Oysterflex, que es Lo nuevo de este año para el reloj, creo que se vuelve mucho más versátil, al menos en términos de comodidad de uso a largo plazo. Con 42 mm, el Sky-Dweller tiene 2 mm más de diámetro que el GMT-Master II, y se ve y se siente, especialmente en oro amarillo. Ese bisel estriado, con sus bordes afilados como diamantes, también capta la luz como una gema tallada. Sin embargo, en un brazalete Oysterflex, casi se siente como un reloj diferente.
El brazalete Oysterflex es uno de los brazaletes más cuidadosamente pensados y elaborados que he visto en mi vida; honestamente, no sé si ninguna otra compañía que no sea Rolex se tomaría la molestia de idear tal cosa. Rolex lo llama pulsera (y apuesto a que ellos también quieren que lo hagas), pero me parece más un híbrido: una combinación de las ventajas estructurales de una pulsera con la comodidad de una correa. (Por supuesto, la comodidad es algo relativo; he usado relojes de pulsera de metal que eran tremendamente cómodos y relojes con correas que bien podrían haber sido de metal, a pesar de que mostraron alguna inclinación a hacer el más mínimo esfuerzo para adaptarse a mi muñeca, en lugar de al revés.)
La pulsera Oysterflex consiste básicamente en una hoja de metal flexible y delgada dentro de un revestimiento exterior de elastómero moldeado, pero también tiene otra característica interesante, que es la llamada "almohadilla de confort" moldeada en la parte inferior. Ahora, lea sobre Rolex durante el tiempo suficiente, y podrá leer suficientes rumores y especulaciones en un mes para que le dure toda la vida. Una historia que he escuchado, que puede ser apócrifa pero que dice algo sobre la compañía, es que tenían seis investigadores con doctorados en ciencia de materiales trabajando en sus brazaletes. (La historia continuó diciendo que después de seis años de trabajar solo en los eslabones de la pulsera, uno de ellos, aparentemente un emprendedor, fue a ver a su jefe y le preguntó si podía trabajar en los cierres también; el jefe le dio una palmada. ansiosamente en el hombro y dijo, en tono de asombro, "No, no ... eres un tipo de brazaletes").
Nunca antes había buscado una patente para esta característica específica, pero por supuesto, siendo Rolex Rolex, hay una. La subvención en los EE. UU. Es de 2015, y si es comprensible que le resulte difícil creer que los tipos con doctorados hagan los diseños de brazaletes en Rolex, revisar la patente podría ayudarlo a persuadirlo. Comienza señalando con encomiable seriedad inexpresiva que "algunos prefieren un ajuste holgado, mientras que otros prefieren un ajuste más ajustado", y continúa identificando una serie de circunstancias que pueden contribuir a una sensación de incomodidad al usar un reloj, y luego proponer modestamente , "Para responder a estas limitaciones, el documento JP2002262910 propone producir una abertura transversal en el grosor de la hebra de la pulsera alrededor de la zona donde la hebra de la pulsera está sujeta a la caja del reloj, para dar como resultado una amortiguación de las tensiones ejercidas por la pulsera. en el brazo del usuario ". De hecho, la patente llega incluso a incluir un diagrama de tensión-deformación.
Una de las ventajas de ser Rolex es que realmente puedes tomarte tu tiempo con estas cosas: encontré una patente de Rolex para un brazalete de metal con plástico moldeado de la década de 1960, pero, por supuesto, tomarte tu tiempo también significa poder entenderlo bien. En el brazalete Oysterflex, lo que era un reloj indudablemente bien diseñado y muy bien construido, pero que se sentía un poco pesado y complejo para los rigores del viaje, de repente parece listo para ir a cualquier parte y usarse durante cualquier período de tiempo, incluso por los rigores de un vuelo de larga distancia. Siempre hay algunas discusiones sobre si el brazalete Oysterflex es "realmente" un brazalete, y si Rolex está participando en algún tipo de travesuras al llamarlo brazalete cuando (para ser justos) se parece muchísimo una correa, pero me inclino a darles esta: el sobremoldeado es lo que ves y sientes, pero la unión física real de la cabeza del reloj al brazalete al cierre es de metal con metal en todos los sentidos. . Es probable que una pulsera Oysterflex dure mucho más que cualquier correa de un solo material, sin duda.
En un mundo en el que cambiamos las correas de los relojes con una frecuencia considerable, si no con una promiscuidad absoluta, es agradable ver que se hace tanto esfuerzo para hacer de la muñeca un lugar mejor. De acuerdo, este es un reloj de cuarenta mil dólares, pero al menos no tienes la sensación de que Rolex corta las esquinas del brazalete. Esta es solo la segunda vez que llevo un reloj con una pulsera Oysterflex, y realmente son deliciosamente cómodos. No iría tan lejos como para decir que convierten a un Sky-Dweller de oro macizo en un usuario diario discreto, pero sin duda lo convierten en un reloj que es más probable que sea su elección para viajar, aunque, si tiene este chico, definitivamente estás viajando al frente.
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